Por Domingo Jofré
Desde Jáchal, San Juan
Cuando se pronuncia la palabra Jáchal no hay lugar a dudas ni ambigüedades. Jáchal es más que un nombre. Decir Jáchal es decir piedra, decir cerro, tierra, río sobreviviente, jarilla, chañar y algarrobo. Y gente, gente yarca empecinada en sobrevivir como el río tenaz y tozudo. Yarco es nuestro apellido telúrico, heredado de nuestros antepasados capayanes y yacampis. Y más allá de cualquier tono despectivo que use algún desinformado, ser yarco, para todo jachallero, es motivo de orgullo, que nos enraíza. Ser yarco es reconocer nuestro verdadero origen, que nos identifica en la minúsculas gotitas de sangre sobrevivientes de nuestros primordiales.
Los yarcos a los largo de nuestra historia hemos sido protagonistas de diversas páginas, como el cruce de Los Andes, que ha ratificado nuestra esencia solidaria y patriótica. Y hoy, con un nuevo mileño ya en marcha, tenemos la necesidad de expresar lo que hemos razonado y consensuado colectivamente, en fraternidad, en hermandad yarca.
Alguna vez nos construyeron represas para garantizar el agua en nuestras tierras, pero no nos hicieron los canales. Nos hicieron un hotel en la Ciénaga pero no permitieron que se abra. Nos instalaron la red de gas pero nunca la conectaron. Nos destruyeron la plaza histórica y nos construyeron una plaza con un piso llaneado de molde. Estamos todavía pagando una línea eléctrica industrial pero no está todavía a nuestra disposición, nos pasa de costado. Nos declararon ciudad histórica, pero nos van bajando uno a uno nuestros monumentos históricos. Nos hicieron un matadero nuevo pero se les cae a pedazos, no sirve, no funciona.
Nos mintieron sistemáticamente y sistemáticamente nos quebraron la economía regional y nos quieren quebrar la dignidad. Nos impusieron una política extractivista como única salvación y hoy estamos viendo que no lo era, es todo lo contrario. Es devastación y es saqueo.
En definitiva, hoy tenemos derecho a pensar que todo estaba direccionado, que nos señalaron como territorio sacrificable. Y el sacrificio de Jáchal lo incluye todo: historia, presente, futuro, piedra, río y gente yarca.
Pero saben qué: acá estamos, al filo de la historia. O tal vez en la bisagra misma de nuestra existencia, pero con la firme decisión de seguir sobreviviendo, tenaz y tozudamente, erguidos y con la dignidad intacta.
Hoy venimos a levantar nuestra voz que no tiene tonada: tiene vidala. Y que puede transformarse también en viento zonda y en puño cerrado, que puede estremecer la tierra porque viene de la misma entraña de la tierra.
Hoy decimos, a quién corresponda: somos un pueblo libre y hemos decidido resistir a la condena. No estamos dispuestos a entrar en la historia de los pueblos condenados al sacrificio. No más saqueo, no más devastación: ¡Ni una piedra más!
Quien quiera oír que oiga y si no que pase a la historia en la página negra de los traidores a la patria.
¡Jáchal vive! ¡Viva Jáchal
*Escrito y leído en septiembre de 2015.
La entrada Un Manifiesto Jachallero para la memoria y el futuro se publicó primero en Agencia de Noticias Tierra Viva.
Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/un-manifiesto-jachallero-para-la-memoria-y-el-futuro/