Tras la suspensión del partido decisivo, circuló un mensaje que reconoce el esfuerzo de ambos equipos y cuestiona la gestión de la Asociación de Básquet local.

La esperada final entre Lawn Tennis Club y Club Unión no se llevó a cabo, generando desconcierto y malestar en la comunidad basquetbolística local. La suspensión del encuentro dejó un clima de frustración entre jugadores, dirigentes y aficionados.

En redes sociales comenzó a circular un mensaje que valoraba la actitud de ambos clubes y cuestionaba la manera en que la Asociación de Básquet de Cruz del Eje manejó la situación.

Primero que nada quiero felicitar a los jugadores y al cuerpo técnico del Lawn Tennis Club por la entrega y el compromiso para jugar la final, incluso con las decisiones insólitas de la Asociación de Basquet, que quiso suspender el partido sin ningun respaldo.

Para mi son los verdaderos campeones, porque los partidos se ganan adentro de la cancha, no en un escritorio.

Tambien mis respetos a los jugadores del Club Unión. Con todo el quilombo que habia y un clima insoportable, igual salieron a poner el corazon y nos dieron un partidazo que se definió en la última pelota. Eso es jugar con amor a la camiseta.

Lo que pasó con la Asociación de Basquet de Cruz del Eje fue un papelon. Con la cancha llena, hicieron como que iba a arrancar el partido y despues quisieron decidir un campeón sin que se jugara. Una verguenza total, cosas que solo pasan aca.

La Asociación muestra una falta de respeto tremenda a los clubes, a los jugadores y a la gente. No podés suspender una final sin fundamentos claros. Antes habia torneos con hasta ocho equipos y selecciones que competian en la provincia. Hoy apenas llegamos a juntar cuatro y no pasamos ni un repechaje. Eso es el reflejo de la mala gestion.

A todos los que aman el basquet, politicos, padres, hinchas: esto ya no da para más. La Asociación se está viniendo abajo y si no se hace algo pronto no va a quedar nada.

El basquet de Cruz del Eje merece respeto. Los jugadores, los clubes y la gente también. El cambio es urgente, ya no hay tiempo que perder

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