Por Mariángeles Guerrero

Desde Paraná

Entre las definiciones que ofrece el diccionario para el verbo “rondar” hay una que dice: “Andar alrededor de alguien, o siguiéndole continuamente, para conseguir de él algo”. La acepción expresa con precisión el accionar político de las organizaciones socioambientales que, en Paraná (Entre Ríos), realizan de forma ininterrumpida desde 2017 la “Ronda de los Martes”, contra los agrotóxicos y en defensa de la salud. En esa manifestación la ronda deviene acción, verbo: rondar. Reclamar al Estado las políticas urgentes para proteger a la población del modelo ecocida del agronegocio. Esta semana se cumplieron 400 rondas ininterrumpidas. “Lo que hacemos es presencia que no deje invisibilizar tanto dolor que fue, es y que seguirá siendo mientras sigan envenenando los territorios“, afirma Daniel Verzeñassi, del Foro Ecologista de Paraná.

400 rondas de los martes en Paraná: permanecer y persistir contra los agrotóxicos
Foto: Alfredo Manfroni

Con lluvia, con frío, en días feriados, en las fiestas de fin de año: cada martes desde hace casi nueve años una decena de manifestantes se concentra frente a la Casa de Gobierno entrerriana para exigir el cese de las fumigaciones y proponer otro modelo productivo. La continuidad que menciona el diccionario se teje en torno al centro político de la provincia. En 2017, las organizaciones socioambientales entrerrianas batallaban por una ley que regule el uso de agrotóxicos, ante el incremento de los casos de cáncer y de otras patologías asociadas a esos químicos en las zonas urbanas y rurales. El proyecto no prosperó. En noviembre de ese año falleció Antonella González. La niña, oriunda de Gualeguaychú, tenía leucemia y su mamá (Natalia Bazán) había difundido distintos videos alertando sobre las causas socioambientales de la enfermedad.

Las organizaciones, nucleadas en la Coordinadora por una Vida sin Agrotóxicos en Entre Ríos – Basta es Basta, decidieron hacer una ronda cada martes en la Plaza Mansilla, frente a la Casa de Gobierno. Verzeñassi recuerda aquel momento inaugural: “Había antecedentes de rondas en el país, reclamando ante el dolor y por la no pérdida de la memoria. Quisimos dejar de ser una reacción ante cada acontecimiento. Por lo que pasó, por lo que pasa y por lo que seguirá pasando, resolvimos estar presentes”.

400 rondas de los martes en Paraná: permanecer y persistir contra los agrotóxicos
Foto: Alfredo Manfroni

”Los movilizados no se desgastan por más que se les haga el vacío”

Esa primera marcha fue una semilla que, en el martes número 400, ya es una planta silvestre que florece en carteles y en sonidos de tambores. El cielo se oscurece en una de las últimas tardes de invierno en el litoral. El sol se pierde más allá del Paraná y el alumbrado público reemplaza torpemente la lumbre cálida de hace unos instantes. Las parejas, los amigos, toman mates en la Plaza 1° de Mayo, frente a la Catedral. Ese es hoy el punto de encuentro: cinco largas cuadras separan esa plaza de la Plaza Mansilla y la Casa de Gobierno.

Una, dos, tres personas se acercan a la esquina de Urquiza y San Martín con carteles en las manos y pecheras. Se miran con un gesto parecido a la timidez, pero con confianza. No todos se conocen pero se reconocen como parte de un mismo ritual: la ronda número 400, que esta vez, por el número redondo, tiene una convocatoria mayor a la de otras semanas. En apenas diez minutos ya son unos veinte. “Acá estamos, con ganas de marchar”, dice Aníbal, un señor canoso y amable, mientras saluda. Dos chicas que estudian el profesorado de nivel inicial llegan y preguntan por alguien del Foro Ecologista. Cuentan que están haciendo un trabajo sobre las Rondas de los Martes y avisan que también se suman a la marcha.

400 rondas de los martes en Paraná: permanecer y persistir contra los agrotóxicos
Foto: Alfredo Manfroni

Desde el centro de la plaza se arriman otros militantes tocando tambores. Dos mujeres bajan pancartas de una camioneta. Una joven pasa por la vereda con su hijo pequeño que recién sale de la escuela. Se detiene y pregunta por qué es la convocatoria. Otra joven le explica y le extiende un volante, que ella lee e invita a leer a su hijo: “Mirá esto, qué interesante. Estos son químicos que echan en las plantas y después lo comemos, todas porquerías”, le explica. El nene mira con curiosidad los carteles, el volante, los tambores. Con una mano agarra su mochila y con la otra la mano de su mamá, que cuenta que vivió un tiempo en el periurbano de Paraná y vio de cerca el problema de las fumigaciones.

“¿Qué hay en tu agua potable?”, “Ley de humedales ya”, “Sr Gobernador salud humana= salud ecosistémica”, “El agua limpia vale más que la soja”, dicen los carteles pintados a mano. Media hora después, ya se marcha por la peatonal San Martín en dirección a la Casa de Gobierno. Entre los comercios y la gente que deambula mirando las vidrieras o la pantalla de su celular, las y los manifestantes caminan, cantan, aplauden, charlan. Más de un transeúnte se detiene y lee las pancartas. Algunos comerciantes se asoman a la vereda.

Enzo Culasso Orué es abogado especializado en derecho ambiental e integra la Asociación de Abogades Ambientalistas. Mate en mano, explica sobre los orígenes de esta ronda: “Se empezaban a visibilizar los efectos de un modelo de producción que ya llevaba 20 años. Y no solo los efectos en el territorio con el avance de la frontera agropecuaria, la deforestación y las quemas asociadas, sino también los efectos en la salud con el aumento desproporcionado de los índices de cáncer”.

400 rondas de los martes en Paraná: permanecer y persistir contra los agrotóxicos
Foto: Alfredo Manfroni

¿Cuántas veces, desde la primera ronda, algún funcionario del gobierno provincial recibió a las organizaciones? Ninguna. Pasaron dos gobiernos (Gustavo Bordet, del Partido Justicialista, y Rogelio Frigerio, del PRO) y el mismo silencio. Cuatrocientas semanas después, Verzeñassi define: “Esta permanencia pone en evidencia que los movilizados no se desgastan por más que se les haga el vacío”.

“A veces hacemos la ronda y somos cinco. Con lluvia o con frío hemos sido cinco. Generalmente somos un poco más de una docena. Pero ¿por qué la hacemos igual? Porque cuando le llega la foto de la ronda de ese martes a los compañeros del Basta es Basta en otras localidades de Entre Ríos, los energiza”, dice el militante. Si bien la marcha se replica en otras localidades, la de Paraná tiene la particularidad de haberse sostenido en el tiempo sin interrupciones.

Cuando se le pregunta a Verzeñassi qué cambió en todo este tiempo, asegura que empiezan a aparecer algunas convocatorias más nutridas, como la de este martes, donde hay cerca de cien personas. Sin embargo, desde el punto de vista político —afirma— ha habido un retroceso en la toma de decisiones. De aquella ley por la que peleaban en 2017 se pasó a un fallo histórico en 2018, que prohibió las fumigaciones terrestres a menos de 1.000 metros de las escuelas, y a una ley regresiva sancionada a fines del año pasado.

400 rondas de los martes en Paraná: permanecer y persistir contra los agrotóxicos
Foto: Alfredo Manfroni

En diciembre, la Legislatura sancionó un proyecto llamado “de buenas prácticas agrícolas”, que permite las fumigaciones a 50 metros de las viviendas, escuelas y cursos de agua. “Es una ley hecha a medida de la Mesa de Enlace. No solo es una ley que no protege la salud, sino que además es regresiva por no contemplar los estudios científicos que dicen que los agrotóxicos son probablemente cancerígenos y porque las distancias que establece no tienen aval científico”, critica Culasso Orué.

400 veces ”Basta es basta”

La marcha avanza con dos banderas al frente: “Agrotóxicos enferman grave a nuestros gurises” y “El Garrahan atiende niños de Entre Ríos”. Este último en alusión a la desarticulación que hay de ese hospital por parte del gobierno nacional. Verzeñassi es bioquímico, hoy jubilado. En su trabajo en el laboratorio del Hospital Materno Infantil San Roque de Paraná fue testigo del aumento de casos de cáncer infantil y de casos de malformaciones congénitas. 

“Cuando empezamos a ver las fechas de los hechos, advertimos que tenía mucho que ver con la geolocalización del problema. Cuando suceden estas cosas demandan un tiempo para hacer una epidemiología de lo que ocurre social y ambientalmente. Esa es la ventaja que tienen los que dicen ‘acá no pasa nada’. Y mientras se está buscando demostrar qué pasa, siguen haciendo daño”, resalta. 

400 rondas de los martes en Paraná: permanecer y persistir contra los agrotóxicos
Foto: Alfredo Manfroni

Diversos trabajos de la ciencia digna, como los Campamentos Sanitarios del Instituto Nacional de Salud Socioambiental, demostraron que el aumento de los casos de cáncer en los pueblos fumigados está vinculado con el agronegocio y el uso de agrotóxicos. Por eso desde la Coordinadora Basta es Basta reclaman que se analice el agua potable que se bebe en la provincia. Un estudio reciente del científico Rafael Lajmanovich halló glifosato en los sedimentos del arroyo Las Conchas, que decanta en el río Paraná, aguas arriba de la toma de agua de la capital provincial.

“Pedimos que se incorpore también a la sangre de transfusión el análisis de la química prevalente, para ver si esa sangre está contaminada con estos químicos. Y los niños de las escuelas rurales deberían tener un perfil hepático-renal anual o semestral para analizar su estado”, afirma Verzeñassi. Lejos de un compromiso con este tipo de políticas, el gobierno de Rogelio Frigerio pretende cerrar las escuelas rurales alegando baja matrícula.

Ya en la Plaza Mansilla, se realiza la ronda. Un círculo frente a la sede del gobierno entrerriano, en la calle angosta que separa el edificio de la plaza. La mayoría de las personas llevan velas, otras portan carteles. Algunas van en silencio, otras alzan la voz. Se escucha: “Resistir, resistir, participar, participar”, “Basta es basta”, “Fabián Tomassi presente” y “Por los niños que han muerto por el glifosato y los que siguen sufriendo en el Garrahan”.

400 rondas de los martes en Paraná: permanecer y persistir contra los agrotóxicos
Foto: Alfredo Manfroni

Cerca de la ronda hay un gran cilindro horizontal, de unos dos metros, envuelto en una pancarta que dice “¿Sabés lo que hay en tu agua potable?”. La tela es verde y en la parte de abajo tiene dibujado un campo de soja. El cilindro representa un vaso del agua que se toma en los territorios donde se expande el modelo de monocultivos y herbicidas.

Las velas siguen iluminando, el fuego titila apenas con el viento de una noche ya cerrada. La ronda se desarma en pequeñas rondas de personas de todas las edades que se aprontan a escuchar. Se abre una radio abierta en conjunto con la radio Barriletes, emblema de la comunicación popular y comunitaria paranaense. 

Nadia Burgos, militante del MST y de Basta es Basta, habla por el micrófono. Dice: “Hoy nos encontramos con la posibilidad de que drones fumiguen a metros de nuestras casas. A veces sentimos que esas son pequeñas derrotas, pero en realidad la derrota sería si la Ronda de los Martes no hubiera seguido rondando. La derrota sería si nosotros no estuviéramos hoy acá. Y hoy estamos, somos muchísimos más y sabemos que tenemos la posibilidad de seguir peleando por transformar el modelo productivo”.

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Foto: Alfredo Manfroni

Zulema Barbier está sentada en un silloncito y escucha con atención la transmisión radiofónica. Tiene sobre sus piernas un cartel que dice “El río Paraná es la patria”. Tiene 85 años, es docente jubilada y todos la conocen como “Kiti”. Es una de las participantes asiduas de las rondas. “Vengo casi desde el inicio porque realmente me gusta luchar por cosas valederas. Estoy decepcionada por la falta de interés de los gobernantes en mejorar la vida de los ciudadanos. Ni siquiera parece importarles sus familiares, sus nietos, sus bisnietos. Es un negocio muy bajo, es corrupción asociarse con las empresas que envenenan el suelo, el aire, el agua. Tengo 85 años pero no dejo de venir a las rondas aunque llueva”.

Otra mujer se acerca a la radio abierta. Se llama Susana Flores y se presenta como sobreviviente de cáncer de colon. Es parte de Cadit (Compañía Artivista de Intervención Territorial), un grupo de mujeres que llevan a cabo intervenciones artísticas en el espacio público. “Hablo porque callar es intoxicar, porque el silencio es cómplice. Por todas esas personas que han fallecido y no tuvieron la suerte que yo tuve de sanarme, estamos para la lucha, estamos para un cambio y el cambio tiene que ser rotundo”, asegura.

400 rondas de los martes en Paraná: permanecer y persistir contra los agrotóxicos
Foto: Alfredo Manfroni

Memoria, presente y futuro

La ronda de cada martes se inspira en la de cada jueves de las Madres de Plaza de Mayo. “Ellas preguntaban ‘dónde están nuestros hijos’ y es lo mismo que se preguntan las madres que perdieron a sus hijos por una enfermedad. Y los montones de personas que no saben que la enfermedad que tienen es producto de los agroquímicos que están en su sangre, que ingresan día a día en los alimentos, en el agua. Hoy los derechos humanos tienen un sustrato que tiene que ver con la naturaleza y pierden sentido si la naturaleza no tiene derecho a existir”, expresa Culasso Orué.

En cada ronda la memoria del sufrimiento se entreteje con la denuncia del presente y la proyección de otro futuro necesario. Distintas temporalidades se cruzan en esta práctica política hecha de continuidad y de persistencia, de presencias ante la ausencia, de voces ante el silencio, de una comunidad que comparte, analiza, pregunta. “¿Se fabrican las cartas ganadoras de los que después terminan ganando? ¿Fabricaron una carta que les habilitase a poder entrar en una agricultura como la que conocíamos para irrumpir, transformarla y transformar los territorios?”, plantea Verzeñassi.

Al final de la ronda 400, casi como en un ritual que repite la celebración de la ronda 200, Carlos “Negro” Aguirre vuelve a acompañar en teclado la voz de Silvia “Rusa“ Salomone. A ellos se suman la Cuerda de Tambores, la flautista española Clara Gallardo y el guitarrista brasileño Mauricio Caruso.

“Nuestra presencia incomoda mucho porque pretendían que esta ronda fuera desgastándose con el paso del tiempo. Pero ahora ya somos una parte de esta sociedad, una parte que pueden o no integrar y reconocer en la legislación, en el cuidado de la escuela, en el cuidado de la niñez. Nosotros estamos. Y ya no podrán decir que no sabían”, concluye. 

400 rondas de los martes en Paraná: permanecer y persistir contra los agrotóxicos
Foto: Alfredo Manfroni

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Fuente: https://agenciatierraviva.com.ar/entre-rios-y-400-marchas-para-una-vida-sin-agrotoxicos/

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