“La concejal cuestionó a Raschetti por ‘funcionarios VIP’, denunció gasto millonario en empresas externas y advirtió: ‘Soy un dolor de cabeza, pero no me voy a callar’.”
La concejal Lucrecia Iracet volvió a sacudir la interna del oficialismo municipal y dejó claro que su banca no será una pieza más del engranaje político. “No cuenten conmigo para el cordobecismo. Yo llegué para un verdadero cambio y estoy acá para responderle a la gente, no para alinearme con Prunotto ni con Llaryora”, disparó.
Iracet, que ingresó por Juntos por el Cambio y no por el radicalismo puro, remarcó que su compromiso es con quienes la votaron. “Estoy donde la gente me puso y no voy a defraudarla. Si algunos quieren sumarse al cordobecismo, allá ellos, pero yo sigo del lado de los vecinos”, sostuvo.
Críticas directas: funcionarios VIP y gasto millonario
La concejal volvió a cuestionar al intendente Renato Raschetti por lo que denomina “funcionarios VIP” y por los gastos en asesores externos. “Son asesores que cobran monotributo y nadie sabe qué función cumplen”, denunció, recordando que ya había advertido sobre este mecanismo en declaraciones anteriores.
Pero su denuncia no terminó ahí: apuntó al manejo de los recursos municipales y provinciales. “Mientras se van millones en empresas externas que no le dejan nada a la ciudad, el municipio alquila máquinas como retroexcavadoras en lugar de invertir en equipamiento propio”, fustigó.
Además, cuestionó las prioridades del gobierno provincial: “Van a llevar gas y servicios a la obra del hotel en el dique, mientras en la mayoría de los barrios no hay gas natural y en las escuelas los chicos siguen pasando frío porque no hay estufas”, señaló.
“Sé que soy un dolor de cabeza”
Iracet reconoció que su postura genera incomodidad dentro del Concejo Deliberante:
“Sé que molesto, que soy un dolor de cabeza, pero no me voy a callar cuando se trata de defender los recursos de los cruzdelejeños. No estoy acá para hacer silencio, sino para cumplir lo que prometimos: un cambio real”, advirtió.
Por último, fue categórica: “La gente paga impuestos para tener calidad de vida, no para que levanten hoteles de lujo mientras faltan servicios básicos. Ese es el verdadero debate”.
Su posición marca un quiebre con el oficialismo y eleva la tensión política en Cruz del Eje, donde crecen las críticas por el gasto público y las prioridades de gestión.