El gobernador de Córdoba, Martín Llaryora, comunicó en redes sociales un aumento del 84,21% en el haber mínimo jubilatorio, que pasará de $380.000 a $700.000 mensuales, junto con un bono bimestral de $100.000 para quienes cobran hasta $1.300.000. Según el anuncio, estas medidas colocan a Córdoba entre las provincias con haberes mínimos más altos del país.

Pero lejos de recibir aplausos, el mensaje oficial desató una fuerte ola de críticas en redes sociales.

La mayoría de los comentarios cuestionó el momento político del anuncio, en plena campaña electoral. “Siempre se acuerdan de los jubilados cuando hay elecciones”, fue una de las frases más repetidas.

Otros usuarios fueron más duros: “Será verdad?”, “¿Y los docentes?”, “¿Y el 82% móvil que les sacaron a los jubilados?” fueron reclamos recurrentes. También se sumaron críticas hacia la obra social Apross, denunciando demoras y problemas de cobertura.

Los cuestionamientos no quedaron ahí: los altos impuestos provinciales, el costo del boleto de colectivo y los incrementos en servicios esenciales fueron mencionados como ejemplos de políticas que, según los ciudadanos, siguen asfixiando a los cordobeses.

“Suben las jubilaciones, pero seguimos pagando tarifas impagables”, opinó una usuaria, mientras otro agregó: “A los que cobran pensiones les sigue tocando miseria”.

Aunque el gobierno provincial destacó la medida como una respuesta concreta para los sectores más vulnerables, el malestar social se hizo evidente, mostrando que el anuncio no logró despejar la desconfianza ciudadana.

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