Este miércoles, vecinos y vecinas de Cruz del Eje volvieron a expresar con contundencia su rechazo al proyecto del basural regional impulsado por el Ejecutivo municipal.
La manifestación se realizó mediante una caravana que partió desde la plaza Armesto, recorrió distintos barrios de la ciudad y concluyó en la plaza 25 de Mayo, con el objetivo de hacer visible el rechazo en toda la ciudadanía.
En el acto final, ya en la plaza 25 de Mayo, varios participantes tomaron la palabra y expusieron los motivos de su negativa: preocupación por la contaminación, el impacto en la salud y la falta total de participación ciudadana en un proyecto que se intenta aprobar con apuro.
Lo llamativo es que, mientras la ciudadanía rechaza de manera clara y masiva esta iniciativa, los únicos que la defienden son algunos funcionarios, que además se niegan a abrir instancias de diálogo, dar explicaciones públicas o realizar conferencias de prensa. Si se tratara de un proyecto beneficioso para todos, resulta difícil comprender por qué las autoridades evitan dar la cara.
El antecedente más fuerte se remonta al año 2020, cuando el Concejo Deliberante aprobó la ordenanza que habilitaba el basural regional. Sin embargo, la masiva movilización de los cruzdelejeños obligó al intendente Claudio Farías a vetar la iniciativa. Hoy, cuatro años después, el escenario se repite y la posición de la ciudadanía vuelve a ser firme y clara: Cruz del Eje no quiere ser el depósito de basura de otras localidades.
La caravana dejó en evidencia que, si el Concejo Deliberante avanza nuevamente con la aprobación, los ciudadanos no descartan recurrir a la justicia y profundizar las medidas de protesta.
El basural regional se ha convertido en un símbolo de resistencia social en Cruz del Eje. La consigna volvió a escucharse fuerte en las calles:
“No queremos la basura de otros pueblos en nuestra ciudad”.
